Poesía en Tiempos de Pandemia.



Desencuentro.


Y de repente dejamos de encontrarnos
en las maneras humanas que conocíamos.
Nos hicimos pequeños.
Nos miramos a la distancia diminuta
de la desesperanza.
Dejamos lo que traíamos en las manos
porque nos dimos cuenta tarde,
que era inútil;
uno vale por lo que encuentra
y no tiene peso, ni carga,
y lo que  encuentra y vale, es el otro.
Nunca un silencio fue más desolador.
Nunca imaginamos,
ser nuestros propios verdugos,
ser nuestros propios carceleros
y pagamos una condena cara y merecida.

Aún te queda oxigeno
¡compártelo!
Aún te queda tiempo
¡compártelo!
Aún te queda amor
¡compártelo!
Aún te queda un pan,
¡entrégalo!
Aún te quedan las manos,
¡Ofrécelas!
Aún vives,
no dejes de desperdiciar
un solo instante
en hacer que tus fragmentos
sirvan de piezas
para otras vidas.
Toma distancia
pero no abandones.
¡No hacía falta!
Llegar hasta aquí
para ver que el pozo profundo
de tu alma
es un manantial.
¿Cuánto vale lo que respiras?
¿Cuánto pagas por eso?
¿lo entiendes ahora?
No era tan complicado.

contador de visitas
Contador de visitas
diseño web economico

Comentarios

Entradas populares de este blog

El revés de las lágrimas. Reseña Literaria.

"La Peste" Albert Camus.

“Es tan difícil volver a Ítaca” Esteban Valentino