El Agente Secreto. Josep Conrad
Reseña:
Autor: Josep Conrad.
Traductor: Jesús Sevillano.
Publicación: 1907
Edición: 2007
Páginas: aproximadamente 347
Editorial: EDIMAT
Temas Nucleares: La traición. El anarquismo. El
terrorismo.
Temas Periféricos: El desamor. La corrupción.
Argumento:
Tras la
fachada de una despensa en Londres (1886) viven Sr. Verloc y Winie su esposa, la madre de ella y
su hermano con retraso llamado Stevie.
Verloc
es un agente secreto ruso anarquista y obeso que durante varios años se
encuentra haciendo actividades clandestinas para su país y su embajada que los
altos mandatarios consideran insuficientes y que gana dinero por hacer muy
poco. Mientras realiza encuentros anarquistas en histriónicas reuniones con
pintorescos personajes: entre ellos uno al que repele Winie, llamado Ossipon, un
anarquista devoto de la ciencia y falso médico que escribía apócrifos ensayos
de medicina que nadie leía. También, el “Profesor” que fabrica bombas, y Vladimir
que trabajaba en la embajada superior de Verloc y el obeso Michaelis.
La
historia se complica cuando a Verloc le encomiendan la misión de poner una
bomba en el observatorio de Greenwich; a esto lo intimó Vladimir quien veía en
él alguien que cobraba un sueldo hace años haciendo poco. Para entonces tenía
una relación amena y normal con su esposa quien estaba muy a gusto con este
hombre que tenía dinero y se hacía cargo del pequeño Stevie como si fuera su
hijo. Ella cuidaba a su hermano desde siempre y lo protegía desde que eran muy
niños. Cierto día, su madre decide dedicarse a la beneficencia y se va de la
casa a vivir a otro lugar. Ella comienza a sentir la soledad. Uno de esos días
Verloc sale con Stevie en la madrugada y vuelve de noche, muy agitado, pálido y
algo descompuesto. Le confiesa a su mujer que ha sacado todo el dinero del
banco y que además dejó a su hermano en el campo con Michaelis.
El jefe
Heat, es el encargado de investigar un atentado. Una persona había explotado
cargando una bomba en el parque en las cercanías del Observatorio y la única
pista contundente era un retaso de tela del saco que tenía una dirección.
El jefe
Heat confiesa a su superiores que él presiente algo de un agente secreto que vive en un
barrio precario de Londres, y el Comisario superior de Heat, sospecha de relaciones peligrosas
entre estos y lo aparta del caso.
Sin
embargo el jefe Heat acude a la casa de Verloc a advertir que está en el ojo de
la investigación. Es atendido por Winie quien reconoce que ese pedazo de tela
del saco ella misma lo cosió y se lo puso a su hermano retrasado para que lo
encontraran en caso de perderse. En eso, llega Verloc quien lo invita a pasar a
un sector privado y Winie queda detrás de la puerta percibiendo parte de la conversación.
En ella Sr. Verloc confiesa que la intención del atentado fue perpetrada por él
y que el joven que había explotado antes de llegar a destino, no era otro que,
Stevie, su cuñado, el protegido de Winie. Le confesó con no fue su intención
matarlo, que él se tropezó con la raíz de un árbol y cayó detonando la bomba.
La
esposa de Verloc, queda aturdida por tamaña confesión y cuando el Jefe Heat se
va, ellos tienen un conversación exhaustiva donde él se exculpa y espera de
ella un perdón y voluntad de huída. Cuando se recuesta en el sillón y la llama,
ella toma un cuchillo que estaba en la mesa y se lo clava en el pecho.
Ella que
recordaba muy bien los periódicos que relataban los modos en que son ejecutados
los condenados que se llevan a la horca, se juró así misma que nunca pasaría
por eso. Recolecta todo el dinero que su marido sacó del banco y sale alrededor
de las ocho de la tarde (ya noche en Londres). Al salir tambaleante, se
encuentra con Ossipon, quien al notar la fragilidad le ofrece su brazo y le
declara su amor. Ella acepta y le pide ayuda sin confesar el crimen. Le suplica
y le dice que tiene mucho dinero que la ayude a tomar el transporte para
huir. Él entusiasmado acepta, pero ella antes le pide que vuelvan a la casa a
apagar un candelabro que quedó encendido. Cuando entra Ossipon, ve el cadáver de
Verloc, se espanta y saca conclusiones sobre cómo escapar de tal embrollo. Pero
imaginó que ella no lo dejaría ir tan fácil sin implicarlo antes; es entonces
que planifica su ardid.
Esperan
hasta cierta hora, él le dice que necesita todo el dinero para comprar los
boletos y pone otras excusas. La esposa de Verloc le da todo. Luego, le dice que ella vaya delante para no despertar
sospechas y él iría por detrás. Entran al tren, ella se sienta, pero Ossipon
antes, cuando el tren comienza su marcha, salta dejando a Winie sola y sin dinero.
En los
capítulos finales, Ossipon se encuentra con una parte del periódico que tenía
una noticia que lo perturbaba y lo había vuelto un alcohólico. En él se
expresaba el suicidio de la Sra. Winie al saltar a un río.
Así
termina la historia del agente secreto, su familia, los anarquistas implicados y el asesinato.
Contratapa del Libro:
Resulta sorprendente comprobar la antelación con
la Conrad anticipó en El agente secreto la existencia de tramas oscuras en las
que desde el poder se fomenta o se tolera la existencia de una contestación
violenta al propio Estado. No es una obra que permita indagar sobre quiénes
eran los activistas ácratas de finales de siglo XIX, aunque sí permite extraer
conclusiones sobre la violencia política y las fuerzas oscuras que la amparan
por un interés ajeno a las ideas de quienes la practican.
Valoración y Comentario de la
Obra:
Conrad
es un escritor con mucha herencia rusa. Si bien es estudiado y destacado dentro
de la literatura británica, por la lengua que eligió para escribir, nació en
Ucrania cuando pertenecía a Polonia, pero que siempre fue territorio ruso.
Tiene algo de Dostoievski en su retrato de los distintos estadios psicológicos
por los que atraviesan sus personajes pero con una inconmensurable capacidad para describir los climas y los
objetos que hacen a las distintas realidades de la novela, atribuyéndole un
perfecto equilibrio.
Es una
obra inspiradora pero que no tuvo la trascendencia de otras tales como “El
corazón de las tinieblas”, “La línea de sombra”.
En esta
novela se anticipa a muchos hechos que tienen que ver con el terrorismo de
estado y las organizaciones de inteligencia
estatal y de cierta manera, si bien busca la justificación épica del agente
secreto, no hace más que develar cierta bizarría, torpeza e histrionismo, en
los personajes anarquistas, quienes aparecen como idealistas, con inamovibles
convicciones pero vagos, pasivos, dedicados más a las reuniones clandestinas y
la ingesta de alcohol que ha hechos contundentes. Tal es así que dos personajes
importantes son obesos y otro se cree doctor y se hace llamar así, sin serlo.
Es una
novela extensa que no cuesta leerla por los modos sencillos, precisos y
acertados de la prosa. El entramado de la historia y los personajes no son muy
complejos, por lo que se los puede seguir sin dificultad de comprensión. Hecho
que se le atribuye como virtud al escritor es la distancia antagónica en los
perfiles de cada personaje.
El su
habilidad narrativa la que logra que una historia no muy extraordinaria
mantenga al lector entretenido e interesado por todo el desenlace.
Si hay pretensiones
morales para juzgarla se puede inferir de las relaciones macabras entre el
agente con los familiares adquiridos y principalmente las maneras en las que
manipula al joven Stevie quien tiene discapacidad intelectual para cumplir con su cometido anarquista.
El manejo
de la intriga, el misterio y la resolución de los conflictos le otorgan un gran
valor literario y un minucioso sentido de la indagación filosófica, no obstante
se convierte en una obra que no tiene determinado un tipo de interés o
enunciatario por lo que la hace muy accesible y abierta a la diversidad de
lectores.
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