Reseña Literaria
Título:
Fahrenheit
451
Autor:
Ray Bradbury
Traductor:
Marcial Souto
Editorial:
Penguin Random House Grupo Editorial
Publicación:
1952
Edición:
2021
Páginas:
186
Argumento:
En un contexto futurista y centralizado en el dominio del Estado y la
tecnología, Guy Montag, el héroe de esta novela, es un bombero muy especial. En
esta época, los bomberos ya no apagan incendios, sino que los generan. El
trabajo que realizan es quemar todo lo que el Estado considera nocivo para la
humanidad; en este caso, los libros, los intelectuales y las bibliotecas.
Montag realiza su trabajo en un total automatismo, hasta que un día, cuando vuelve del trabajo y decide ser un peatón —algo insólito en esta ciudad futurista—, se encuentra con Clarisse, una joven de diecisiete años. Ella, con su espontaneidad y sus preguntas incisivas, lo acompaña hasta su casa y lo deja inquieto con una cuestión en apariencia simple: “¿Eres feliz?”. Montag se enfurece porque cree que la respuesta es obvia. Sin embargo, al llegar a su casa se encuentra con la escena de su esposa, Mildred, intoxicada por un cóctel de pastillas. Unos técnicos, sin mayor dramatismo ni empatía, le cambian la sangre con una máquina. Ella sobrevive, pero pierde la memoria y se rehúsa a conversar. Este hecho, junto con las preguntas de Clarisse, lo sumerge en una crisis existencial.
A partir de entonces, Montag comienza a
cuestionarse qué tienen los libros para que el Estado los persiga con tanto
ahínco y, al mismo tiempo, qué impulsa a tantas personas a arriesgar la vida
por conservarlos. En una de las redadas, decide ocultar varios volúmenes en su
propia casa. El secreto lo atormenta, y la tensión interna crece hasta que ya
no puede seguir con su rutina: finge una enfermedad y se queda leyendo.
Mildred, aterrada y obediente al sistema, reacciona con reproches, incapaz de
comprender a su esposo.
Montag recuerda que una vez, él se encontró
con un hombre en una plaza e hizo como que no se dio cuenta que escondía un
libro. Este le dejó el contacto y él lo buscó y lo encontró era el profesor
retirado Faber, un hombre temeroso pero sabio, que le enseña el verdadero valor
de la lectura: los libros contienen la memoria de los tiempos, el pensamiento
humano más profundo que es lo que el Estado quiere censurar. Juntos elaboran un
plan para desafiar al sistema, aunque la paranoia y la vigilancia los acechan.
Faber le da un dispositivo para que lo introduzca en lo profundo de su oído y
así mantener todo el tiempo comunicación. Faber le diría de ahora en más cómo
actuar con los libros que tenía.
El
primer hecho significativo, es cuando decide leerles una poesía a las amigas de
Milred, su esposa, despertando en una de ellas una emoción triste y lágrimas,
cosas atípicas y anuladas en esta época autómata. Es reprendido por su mujer
quien ya tiene decidida la traición, por temor a ser capturada por los bomberos
quema libros.
Cierto
día, Montag es obligado por su jefe a ir a una nueva redada. De inmediato
llegan a una casa y el Guy se da cuenta que es la suya. Ve a su mujer uir y se
da cuenta que fue delatado. Beatty, lo obliga a quemar los libros, parte de la
casa y cuán su jefe descubre que alguien le habla al oído con una cachetada le
saca el dispositivo. Le dice que ahora irá por ese tal Faber también. Es ahí
donde Montag, decide quemar a su jefe y emprender una larga travesía en su
fuga.
Convertido en fugitivo, huye de la
ciudad perseguido por la maquinaria estatal, mientras la televisión transmite
en vivo la cacería. Para mantener el control, el régimen necesita mostrar un
culpable, y no duda en ejecutar a un inocente en su lugar con tal de dar un
espectáculo de justicia.
Montag logra escapar más allá de los
límites urbanos y encuentra a un grupo de hombres marginados: intelectuales,
académicos y lectores clandestinos que han memorizado libros enteros para
preservarlos. Ellos creen en un futuro en el que el conocimiento pueda renacer.
El final es sombrío pero esperanzador:
la ciudad, símbolo del orden totalitario, es destruida por la guerra, mientras
Montag y los “hombres-libro” se preparan para reconstruir una sociedad
distinta, donde la palabra escrita vuelva a tener un lugar esencial.
Apreciación
de la obra:
Una
novela publicada en 1952 que anticipa los grandes conflictos humanos generados
por el avance desproporcionado de la tecnología y el estado. Una novela que
sirve para todos los tiempos. En la actualidad nos aportaría una nueva mirada
con respecto a cómo la inteligencia artificial va limitando las posibilidades
de valorar el pensamiento humano. Nos interpela con preguntas muy profundas. ¿El
avance de las IA, al generar menos pensadores, cuánto valdrá en un futuro
pensar por cuenta propia? ¿Se puede ser feliz, no sentir el vacío si todos
nuestros conflictos son resueltos por máquinas? ¿El avance tecnológico atenta
contra los libros, está bien que eso suceda? ¿Es igual o menor de importante una
historia en letras que televisada o audiovisual? ¿Toda la información que nos
llega o consumimos es calidad para nuestras vidas?
Son
muchas más las preguntas y las reflexiones que se pueden sacar de esta
magnánima obra. Los personajes son claros, gozan de una lucidez realista,
aunque la calidad de ciencia ficción de esta historia debe ser juzgada por un
escrito realizado por un pensador que la escribió hace más 70 años cuando no
había los avances que hoy tenemos y que claramente los pudo intuir o presentir.
El
ritmo acelerado de los hechos, la profundidad de sus metáforas, la calidad de
las descripciones en el uso de las imágenes, hacen de la lectura un recorrido vertiginoso.
De esos pocos libros que te dejan llenos de preguntas y nuevos esquemas para
mirar el mundo en el que vivimos.

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